Las
causas de esta anormalidad deben buscarse
tanto en las condiciones culturales de las
diferentes �pocas y pa�ses como en las
actitudes personales.
La obesidad es, por su frecuencia, una de
las enfermedades m�s comunes en el ser
humano y por los trastornos que produce,
tambi�n una de las m�s preocupantes. Es uno
de los problemas de salud m�s antiguos
se�alados en la historia de la humanidad (se
han encontrado casos hasta en la Edad Media)
y se ha mantenido, como sabemos, hasta la
actualidad. Con la aparici�n de la
tecnolog�a el problema se ha agravado, ya
que produjo la aparici�n de alimentos
sumamente refinados y a�n modificados en su
calidad y en su valor nutritivo.
El confort que se sum� a la tecnolog�a
provoc� adem�s un aumento en el sedentarismo,
al disminuir la actividad f�sica. as�, el
individuo almacena energ�a en forma de
grasas en todo el cuerpo. Por eso decimos:
obesidad = sedentarismo
sedentarismo = confort + tecnolog�a
Los riesgos de la obesidad se ciernen sobre
todas las personas, sea cual fuere su curioso o
edad, que comienzan a desviarse de una norma
alimentaria relativamente estrecha. En su
inicio, este desv�o es de escasa importancia,
pero se va volviendo de una gravedad mayor a
medida que el exceso se acent�a. Cualquiera
est� expuesto a estos riesgos; ni�os,
y m�s a�n la tercera edad, en la
que sus consecuencias se hacen m�s graves.
La merma del rendimiento f�sico, ps�quico e
intelectual no distingue entre hombre o
mujer, rico o pobre.
Como toda enfermedad tiene su caracter�stica,
que en este caso es el aumento de peso. Se
considera obesidad cuando �ste est� por
encima del 20% del peso ideal, indicado por
las tablas. Este exceso se calcula seg�n la
edad, el curioso, la estatura y la contextura
�sea. adem�s est� directa o indirectamente
asociada a una variedad de enfermedades que
determinan entre el 15% y el 20% de los
�ndices de mortalidad.
Contrariamente de lo que se cree comer bien
no siempre es sin�nimo de alimentarse
correctamente. Para algunas personas puede
significar ir al mejor restaurante de la
ciudad y poder comer los platos m�s ex�ticos
y exquisitos de su cocina. Para otras, comer
lo que m�s les guste. Y para muchas otras,
comer bien significa sencillamente un
atrac�n.
Los animales comemos con el fin de aportar
al organismo las sustancias que le son
imprescindibles para su supervivencia y a la
vez reponer otras que, por alguna raz�n se
encuentren en estado deficitario. as�,
cuando alg�n paciente nos pregunta que debe
comer para sentirse bien, nuestra respuesta
es simple: de todo y variado. Se debe comer
de todo, a�n en los casos en los que se
quiera iniciar un tratamiento para bajar de
peso.
Se ha demostrado que es mas efectivo premiar
los logros que castigar los desaciertos.
Pensemos, por ejemplo, en cuando �ramos
chicos. Muchas veces hac�amos cosas que
sab�amos prohibidas y sabiendo tambi�n el
castigo que aguardar�a despu�s. Sin embargo,
ten�amos en cuenta que el castigo duraba
poco, y no alcanzaba a disminuir el placer
que hab�a producido la travesura. En cambio
estudi�bamos mucho m�s a fondo si obtener
buenas notas significaba recibir el merecido
premio que esper�bamos. Con nuestra figura
ocurre lo mismo.
al proponernos bajar de peso, debemos
olvidarnos de la parte negativa, del
sufrimiento y revisar, por otra parte,
nuestro estilo de vida. Pensar en lo que se
quiere lograr.
bajar de peso nunca debe ser un mecanismo
para sufrir un castigo. Tener un peso
adecuado es, sobre todo, el resultado de una
vida de satisfacci�n personal que est� al
alcance de todos.
Mujer y obesidad
En este siglo no puede ser ignorada la
presi�n que la exigencia de ser delgada
ejerce sobre la mujer. Hoy, las mujeres
est�n asediadas por la vida moderna, la
moda, la competencia profesional; y es
precisamente por estas razones por las que
debe ceder compromisos y hacerse tiempo para
un cambio de vida. Reprogramar y pensar en
actitudes positivas.
Otro de los inconvenientes es el tiempo de
duraci�n de la dieta. Suele acortarse o ser
discontinuo principalmente por ansiedad o
por problemas familiares, econ�micos,
laborales, crisis de edad, etc.
Nunca debe bajar de peso porque otros se lo
digan o porque siempre se compara con las
modelos de las revistas o de la televisi�n.
adelgace porque eso es importante para su
vida.
Hay que ser, adem�s, realista, no se puede
pretender tener a los cuarenta a�os el peso
que se ten�a a los veinte. M�rese al espejo
y eval�e la posibilidad de una belleza de
figura m�s redondita, con curvas y
personalidad que no pueden dejar de ser
sensuales. Pero sobre todo, su objetivo
nunca debe ser alcanzado con el precio del
sufrimiento diario de dejar de comer.
cambiar de h�bitos alimenticios no tiene que
plantearse como un castigo, sino como un
medio para conseguir algo mejor. aparte los
pensamientos negativos y vea las
compensaciones ps�quicas y f�sicas que le
dar�n tener un cuerpo saludable y un peso
ideal.
No deben buscarse soluciones m�gicas, sino
comer en forma inteligente, equilibrada y
balanceada. adquirir nuevos h�bitos es
pensar a largo plazo, tal vez para siempre,
y aunque al principio cueste el cambio, como
suele ocurrir con todas las cosas, con el
correr del tiempo se ir� acostumbrando. Si
usted tiene s�lo unos pocos kilos de m�s,
trate con mayores motivos de adecuarse a
estos h�bitos, ya que en el caso contrario,
bajar� y subir� de peso alternada e
indefinidamente.
Para adelgazar lo mejor es, como ya se ha
dicho, comer de todo y decirle no a las
prohibiciones. Cuanto m�s variada es la
comida, mejor. Se debe comer como usted sabe:
con la cabeza, aportando todos los
nutrientes que el cuerpo requiere. Para eso
s�lo es necesario conocer los valores
nutritivos y cal�ricos de los alimentos, que
se incorporar�n a nuestra vida cotidiana
despu�s de estudiarlos unos pocos d�as.
Tambi�n hay que tener en cuenta el tiempo
necesario para bajar de peso, que puede
oscilar entre meses o a�os seg�n la
motivaci�n con que se haga la dieta.
Recuerde que dieta quiere decir seleccionar
adecuadamente los alimentos que se van a
ingerir y modificar paulatinamente las
costumbres alimenticias. Se trata de
reemplazar de forma permanente los h�bitos
que provocan obesidad por otros m�s sanos
para bajar de peso y mantenerse delgado en
forma indefinida.
Continua
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