La historia, tan triste como familiar, nos
encuentra de nuevo. Una señora de edad mayor
con complicaciones cardiacas y metabólicas
resultados de la gordura; desea rebajar ---
lo necesita --- es lo que el cardiólogo
demanda si la seguirá atendiendo.
Estatura 61 pulgadas, peso en libras 306.
IMC = ¡58!
No aparenta preocupación, lo que contrasta
con la inquietud que los familiares que la
acompañan manifiestan.
Una cirugía de reducción gástrica ha sido
recomendada por el cardiólogo. Esta última
idea sería rechazada, simplemente porque
esta abuela de más de setenta años no quería
dejar de comer los acostumbrados y opíparos
festines que en su casa se sirven. (Véase mi
artículo: Los Riesgos de la Cirugía
Bariátrica).
Sería nimio recurrir con ella al desglose
acostumbrado de las complicaciones médicas
que rayan su sendero. Porque las conoce, las
ignora y --- lo que es peor -- ya las sufre
en algún grado de disfunción patente o
latente.
¿Una dieta? Sí, por supuesto. Para eso,
donde se va es al entrenador del gimnasio.
Aquí reproducimos la dieta asignada, como la
copiáramos:
Resultados de la dieta…
• Semana primera: cinco libras de pérdida de
peso (celebración y aplauso).
• La segunda semana, perdió sólo tres,
porque participó en algunas festividades de
índole familiar.
• La tercera semana salió en un crucero de
las Antillas Menores.
En ese instante y, en humor exultante,
mientras besos a todos tiraba --- les dijo
adiós a quienes la despidieran --- y a la
dieta. (Navegue monografías.com para
consultar mis muchos trabajos acerca de este
tema, disponible en ese portal).
Cuando de la obesidad se dice, a menudo, se
ignoran las causas. Ya que hay tantas, como
personas obesas existen en el mundo --- por
ello no se piensa en los mecanismos que la
perpetúan.
Los tres cerebros
Cuando Paul MacLean propuso la división de
nuestro encéfalo en los famosos tres
cerebros (para otros, “tres teatros”) --- lo
hizo viendo muy lejos a la distancia, por
estar parado en los hombros de los titanes
que, precediéndolo, yacieron las bases para
su conceptualización magistral.
Es un modelo que describe la arquitectura y
función de los rastros de nuestra evolución
filogénica que todavía persisten en el
cerebro humano.
En este diseño el cerebro se divide en tres
áreas distintas, que poseen sus propias
funciones cognitivas y subjetivas --- además
de la acepción del tiempo, del espacio y la
memoria.
Los tres componentes de este cerebro triuno
consisten en: el complejo reptil, el sistema
límbico y la neocorteza o neopalio.
• El complejo o cerebro reptil consiste en
el tronco cerebral y el cerebelo. El nombre
de esta región deriva de las dos áreas
mencionadas que controlan comportamientos de
supervivencia y pensamiento rudimentario e
instintivo --- como prima en nuestros
antecesores remotos. Este cerebro controla,
los movimientos musculares, mantiene el
equilibrio y regula las funciones
autonómicas; como son el ritmo cardíaco y la
respiración.
• El sistema límbico
MacLean introdujo este concepto en un
artículo publicado en 1952, aunque James
Papez lo hubiera anticipado años antes, en
su concepto del Circuito de Papez. Esta
parte del cerebro deriva del “antiguo
cerebro mamífero” --- más próximo al de
nuestro estado evolutivo presente.
El sistema límbico es la fuente de nuestras
emociones, placeres, e instintos. Como son:
comer, defendernos, huir y el comportamiento
curiosoual. La estimulación eléctrica de esta
región despierta emociones intensas. (Véase
mi artículo: El Síndrome de la Deficiencia
Gratificante del Cerebro).
MacLean notó que para este sistema todo es o
agradable o desagradable. Procurando lo
primero y evitando lo último. (Véase mi
artículo: Las intuiciones y nuestros
instintos como fuentes de orientación
portentosas en monografías.com).
El sistema límbico comprende la amígdala (no
la de la garganta), el hipotálamo y el
hipocampo. Este conjunto funcional debe de
interactuar con la neocorteza, ya que no
puede ventajosamente operar en aislamiento,
por sí sólo. Esta interacción es esencial
para procesar y modular nuestras emociones.
• La neocorteza
Se conoce como la corteza cerebral. Ésta
controla las actividades de orden más alto:
el pensamiento racional y abstracto, y el
habla con sus vastas ramificaciones que
incluyen el simbolismo del lenguaje. (Véase
mi artículo acerca de la Dislexia en
monografías.com).
Hemos terminado nuestra breve lección en
neuroanatomía y fisiología. Para un
entendimiento más detallado de estos
conceptos el libro para leer es: A User’s
Guide to the Brain por J. Ratey).
Ahora, nuestra tesis
La evidencia científica es conclusiva y está
clara: Nuestros organismos y el de los
primates, por lo menos, requieren de la
estimulación somático-sensorial producto, de
la relación del infante con la figura
materna para su desarrollo equilibrado.
Asimismo entendemos que, disrupciones en
este proceso de estimulación pueden resultar
en trastornos de naturaleza catastróficos;
descarrilando y perturbando ese mismo
mecanismo. Por ende, ciertas situaciones
pueden conllevar a que el individuo, aun
inmaduro, nunca desarrolle ciertas
capacidades --- o que el desarrollo de las
mismas sean interrumpidas antes de ser
completadas --- con sus secuelas resultantes.
En el caso de muchas personas, en el
transcurso de la progresión hacia la
programación de la capacidad de regular
afectos y emociones. Una falla estructural
puede resultar en la incapacidad de poder
enjaezar las funciones cerebrales que
extinguen la actividad de un módulo
instintivo en estado de excitación o
sobre-estimulación.
En el caso de la gordura. El cerebro reptil
ve algo apetecible: señala deseo. Esto sigue
por una respuesta del sistema límbico que
anticipa y prepara su gratificación
inmediata. Lo que, a su vez, activa las
cortezas prefrontales analizando la urgencia
y decidiendo: si lo que se desea es
necesidad o antojo en búsqueda de placer y
nada más.
¿Estás seguro? Hugo…
De ser un capricho, porque en ese instante
hemos terminado el consumo de una colación
opípara, la decisión será en contra de la
ingestión de alimentos adicionales.
Pero, si, como sucede en el caso de la
persona referida al comienzo de esta lección
--- la de la IMC de 58 --- sus mecanismos de
regulación somática y afectivo-racional son
defectivos --- indefectiblemente, su demanda
reptil buscará satisfacción o descarga;
porque para ella ésta constituye una
urgencia impostergable.
Entonces; se entiende, sin dificultades, que
para ella --- como para la mayoría de
quienes son gordos --- las dietas no podrían
ser de valor alguno. Como tampoco sería si
en una situación de asfixia lo que se
elimina es la fuente de oxigenación.
¿Simple? No. Ya que quienes nos ponen a
dietas, como hiciera con ella el autor de la
atrocidad que se le recetara, lo hacen sin
poseer conocimientos algunos.
Pero hay más. En seguida estudiaremos su
caso
Eulalia
Nació pesando 11 libras en la segunda década
del S.XX. Su mamá sufrió diabetes y asimismo
lo harían varios de sus parientes por los
dos lados de su familia.
De pequeña fue traviesa y vivaz, pero my
gruesa, parlanchín, entrometida, e
histriónica. Habiendo nacido un 4 de
diciembre y, debido a sus ímpetus
estridentes, sus familiares la apodaron
“Bárbara” --- santa patrona de muchas cosas
más --- y de las tormentas.
Su papá tuvo un episodio de manía que fuera
tratado en Johns Hopkins en Baltimore,
cuando servía como cónsul en esa urbe
norteamericana.
Bárbara se diagnosticó como bipolar a los 60
años. Siendo tratada con una combinación de
medicinas que redujeron su exuberancia,
dejando una hipomanía residual persistente
--- que ella disfrutara sobremanera, y de
esta manera: “La juventud paga para comprar
en la calle lo que mi cuerpo me da gratis.
Para que me ponga lenta, nadie me hará que
tome nada”.
Y nada tomó.
En medio de sus períodos de excitación
contrajo nupcias dos veces, terminó tres
carreras, crió tres hijas y obtuvo un
consulado por tiempo muy breve.
Veamos, entonces… ¿Qué hemos aprendido?
Los mecanismos que produjeran la obesidad en
este caso, son muchos que hay que ponderar
antes de llegar a una formulación
diagnóstica --- incluyendo el efecto adverso
colateral de muchas de las medicinas
psicotrópicas que le administraran a Bárbara.
(Véanse mis artículos: La Anorexia Nervosa,
La Realidad y los Hechos… en Psikis y en
monografías.com e, Hiperserotoninemia:
Síndrome Serotonérgico y Síndrome Maligno
Neuroléptico).
Tenemos que asimismo considerar el caso de
Melania, sujeto de dos ponencias, donde se
destaca el hecho de que su obesidad,
anorexia y bulimia --- con todas sus
complicaciones y ramificaciones --- pudieron
ser resultado de un caso de ADHD que fuera
ignorado por mucho tiempo. Pero que
coexistiera con profundo descuido y rechazo
por una joven y narcisista madre. (Véanse
mis artículos: La Neuropsicología del Deseo…
y La Automutilación, el último en Psikis).
En este caso, la falla y el defecto de la
capacidad inhibidora del ego de Melania
obedecían a otros factores.
Y, en el caso improbable del caso de SB que
se lee en mi artículo: La Anorexia Nervosa…
arriba citado, donde cantidades
extraordinarias de calorías no podrían
incrementar, ni aun mínimamente el peso de
esta mujer emaciada.
Lo que nos queda por considerar es lo
siguiente: como sucede en la física. Donde
se observan estados de simultaneidad,
contradictorios. Entonces, a veces, es
necesario aplicar todo los entendimientos
posibles para lograr descifrar la obesidad y
la persona por dentro --- no haciéndolo así,
los que se esfuerzan en curarla no lo
lograrán --- hecho ya establecido y muy
confirmado.
Antes de concluir recomiendo que nos fuera
de utilidad el examen de la paradoja física
del “Gato de Schrödinger” --- éste algo nos
enseña…
Mientras tanto, repetimos lo que en otra
ponencia expresáramos, Margaret (mi esposa)
y yo: La Obesidad es un Acertijo en Busca de
Solución. (Véase mi ponencia por ese título).
Bibliografía
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
f.larocca@codetel.net.do
Un
Agradecimiento muy especial al Dr. Félix
E. F. Larocca por su colaboración con este portal y sobretodo
por el contenido tan bien realizado
esperamos sea de gran ayuda a la
juventud de Hispanoamerica .
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