Cómo redactar la introducción de una tesis
:
Cuando una persona se interesa en el tema de
una
tesis, lo primero que leerá será
la
introducción, que no es otra cosa que la
presentación de la investigación. Entonces,
la introducción debe ser elaborada con mucho
cuidado, porque de ello depende que el
interesado se fije en el resto de la
investigación. No existe una única
fórmula de redactar una introducción,
pero sí algunas consideraciones a tomar en
cuenta al momento de su elaboración.
La introducción de una tesis debe ser
redactada en tres páginas como máximo. Al
momento de la redacción se debe tener mucho
cuidado con la ortografía y la sintaxis. Es
importante tener presente que la
introducción de una tesis puede ser
leída por cualquier individuo, no
necesariamente un experto en el tema, por lo
que debe ser redactada en un lenguaje
sencillo y claro. Evite utilizar ejemplos y
gráficos en la introducción.
La introducción debe ser una narración en
donde se presenten los hechos relacionados,
bajo el “principio de causalidad”. Es decir,
se debe tener en cuenta el “antes” y el
“después” (causa – efecto) durante la
presentación de los hechos.
Los aspectos que se deben explicar en la
introducción de una tesis son los
siguientes: las razones que motivaron a
realizar la investigación, los objetivos
trazados para desarrollar con éxito la
investigación, la hipótesis que se pretende
demostrar y la metodología escogida para
demostrar o negar la hipótesis planteada.
Luego de esta explicación, la introducción
debe describir en forma concisa el contenido
de cada capítulo de la tesis.
Cuando nos referimos a explicar las razones
que motivaron la investigación, hablamos de
señalar cuál es la finalidad de la
tesis,
para qué y por qué se ha escogido ese tema
de investigación.
Respecto a los objetivos se debe indicar
cuáles son los objetivos generales y cuáles
los específicos, y colocarlos por orden
según su importancia. Al momento de redactar
los objetivos se debe utilizar verbos que
terminen en infinitivo (ar, er o ir).
La hipótesis es la base de una investigación.
Cabe recordar que toda hipótesis es una
afirmación o negación respecto a algo. Para
que una hipótesis tenga validez debe quedar
comprobada su veracidad o falsedad, a partir
de una “relación de causalidad”, que permita
su comprobación estadística.
En la
introducción deberá explicarse
brevemente la metodología utilizada para
demostrar o negar la hipótesis. Cuando
hablamos de metodología nos referimos a los
elementos utilizados, tales como: el diseño
de la investigación, tipo de muestreo,
tamaño de la muestra y herramientas usadas
para la obtención de información. Ahora, en
caso de que no se pueda demostrar la
hipótesis, solo se deberá explicar, en la
introducción, acerca de los objetivos
planteados en la investigación.
Sobre el contenido o cuerpo de la
investigación, en la introducción se debe
narrar de qué trata cada capítulo, o lo más
interesante de cada capítulo, de modo que el
lector se anime a leer la tesis completa.
Por último, antes de
elaborar una introducción se recomienda
revisar introducciones de otras tesis o
libros. Antes de comenzar a redactar su
introducción prepare un esquema del
contenido de su investigación. Redacte
varios borradores hasta quedar seguro de
tener el adecuado, y sobre todo pídale a
otras personas que lean su introducción y le
den una opinión al respecto.
Resumiendo,
la introducción de una tesis debe
contener de forma breve y clara todos los
aspectos plasmados en la investigación, es
decir, propósito, objetivos y logros.
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